Primeras impresiones (técnicas)

Quiero comenzar la narración de mis nuevas experiencias por la parte técnica. Es la parte que menos domino ya que Dios no me llamó por el mundo de la tecnología sino por otros derroteros menos lógicos. Aun así, a veces me defiendo bien en ciertas cosas y, como el que tuvo retuvo, algo me queda de mis tiempos de ebanista estudiante.

Sentado

Ir sentado en la Street es ir sentado encima de la moto, quizá con una sensación de separación o de poca implicación física con la máquina. Vas con el culo sobre la moto. En cambio, ir conduciendo la Iron es más parecido a ir montado a caballo. La postura es inamovible y no hay opción para la recolocación. Da más sensación de formar parte del conjunto moto-motorista.

Una hora menos en Canarias

La Street tiene 6 velocidades y la Iron solo tiene 5. Ahora tengo una hora menos en Canarias, es decir, cosas que antes, con la Street, hacía en quinta ahora las hago en cuarta. Lo que antes hacía en cuarta, ahora en tercera… y así. No me parece que la Iron necesite una sexta velocidad.

Agarre a la carretera

No sé si por el tipo de neumático, por el tipo de amortiguador o como consecuencia del cambio climático, pero lo cierto es que la sensación de agarre que tiene la Iron no lo tenía con la Street. Puede ser que el perfil de la Scorcher 11 de la Carabela, un perfil más de tipo “autopista”, dificultase la conducción por carreteras convencionales con esas dos aristas laterales. Los neumáticos de la Iron son redondos vistos de frente y vistos de perfil, por lo que la moto cambia de dirección como por arte de magia.

Frenada

La Iron tiene ABS. La sensación de seguridad que transmite es enorme. No parece que vaya a derrapar. Igual es mi obsesión por tener unas ruedas con mucho dibujo -las de ahora sí lo tienen-. ABS delante y detrás era uno de los objetivos en esta operativa de cambio de moto. Aun así, espero no irme al suelo.

Retrovisores

Los espejos de la Iron son notablemente más pequeños que los de la Street. Estaba acostumbrado al anterior tamaño y ahora me toca volver a acostumbrarme. Es posible que busque unos alargadores para poder elevarlos unos centímetros (perdón, unas pulgadas).

Postura

El conductor de la Street va totalmente vertical, erguido, con todo el peso del cuerpo en el culo. Es una postura muy cómoda. En la Iron el cuerpo va ligeramente echado para adelante, pero muy ligeramente. Supongo que el ángulo dependerá del largo de los brazos o del tipo de manillar que cada uno ponga. Yo, de momento, llevo el de serie.

Cuentarrevoluciones y marcha engranada

La pantalla de la Street no mostraba esta información pero la de la Iron sí que la muestra. No sé si es útil. De momento me sirve hasta volver a coger el concepto de cinco marchas y abandonar el de seis marchas de la Carabela, pero supongo que cuando eso ocurra, esa info no me servirá de mucho. Al ralentí, en frío, aparecen 1400 rpm y, en caliente, 1000.

Manetas

Las manetas de la Street tienen un recorrido más largo. Son más finas, más manejables, más de “dedos”. Por otra parte, las manetas de la Iron son más gruesas, mucho más gruesas, tienen menos recorrido y son más duras, y parecen más de “mano” que de “dedos”.

Curvas

Debido a la cuadratura del círculo de la rueda trasera de la Street, que yo creo que ya venía un poco cuadrada de fábrica, al verticalizar la moto a la salida de la rotonda o de la curva, se producía una especie de “ping” por el cual la moto, automáticamente, se ponía en posición recta, lo cual alteraba la trazada normal de la curva. Eso lo descubro ahora con la Iron, cuyas ruedas son redondeadamente redondas.

Aceleración

La Street acelera mucho más que la Iron. Acelera antes y con más fuerza. Eso me parece. La Iron acelera de otra manera, digamos más tractorizada. Eso sí, he descubierto, porque quería saber exactamente qué llevo debajo de los huevos, cómo y cuánto acelera la Cabezota, aunque la velocidad, como sabe el lector, no es mi especialidad. Pues bien, resulta que la Iron, sobradamente, se puede poner a 90 km/h en segunda, y me parece que aun le quedaba más en el tintero. Eso, con la Street, no se podía hacer porque el ruido delataba esa condición.