Por este lado se está bien

Hay épica en subir un puerto. Hay épica en el frío y en la lluvia. Hay épica en el hambre y en la soledad. Hay épica un sábado por la mañana a las ocho y cuarto. Y dice el tipo de la Tracer: -No, por este lado se está bien.

Una cabra entreverada en negro y blanco, de cuerna retorcida, bragada, meana y listona, ponía las manos sobre la pared de piedra mientras que con los cuartos traseros saltaba para dejar el asfalto libre. El asfalto de la M-130, ¿qué tiene? ¿Tres metros de ancho? El asfalto de la M-130 hay que recorrerlo con el modo enduro activado porque, como ya sabe el lector, está hecho de electoralismo y prisa. Cierto es que el resultado es muy atractivo, pero para poder ir a una velocidad más o menos terciada hay que llevar una suspensión activa muy activada. Y así lo he hecho.

Una vez pasado Puebla de la Sierra el asfalto se ha presentado humedecido y he pasado del modo enduro al modo rain sin pasar por la salida y sin pagar las veinte mil pesetas. -No, por este lado se está bien, dice el tipo de la Tracer.

La chaqueta Revit Outback 4 H2O ha cumplido su función. Claro, tiene tres capas de cebolla por lo que no he tenido problemas de fríos interiores. Los problemas de fríos han venido por los pies. Por los pies y por las manos. Llegando a lo alto del puerto de La Puebla (1636 msnm) la temperatura, que hasta entonces estaba moderada en un rango aceptable, ha caído hasta los dos grados, que ya son frío. Pero me he despreocupado porque por este lado se está bien, que dice el tipo de la Tracer. La pantalla de la Marifácil ha empezado a destellear en azul avisándome del asunto, no fuera a ser que no me hubiese dado cuenta, y he subido la calefacción del manubrio al dos. Es curioso sentir un intenso frío en el anverso de la mano a la vez que un infernal calor en el reverso. 

El casco Sena Impulse no hace ñic ñic como el otro. Cierra bien, se oye bien y me sujeta las ideas, y se aparea sin demasiada ciencia con mi otros intercomunicadores. Tenía que cambiar el Caberg Duke II porque tocó el suelo el día de Matillas, el día del dedo, y me he mercado este otro, que también se abate y que, en general, produce menos ruido al contacto con el viento.

El tipo de la Tracer iba guapísimo. Ropa mueva, moto nueva, casco brillante, botas acharoladas. Un pincel. Un pincel que me ha dicho que no, que por este lado se está bien. Es que él ha subido el puerto por la cara norte y le he preguntado por el estado de la cuestión. Por mi parte, por el sur, la temperatura era tolerable y el asfalto, simplemente, estaba húmedo, y quería saber cómo estaba por el norte por si se daba el caso de tener que desrodar lo rodado. -No, por este lado se está bien, me ha dicho el tipo.

Una vez que los dos grados han conseguido acabar con mi paciencia he continuado la ruta y he bajado por la parte norte, por donde se está bien. Cuatro o cinco curvas más abajo el asfalto ya no estaba húmedo sino empapado, y el aire se ha convertido en una nube de gotitas que han acabado transformándose en lluvia. Mi idea original era continuar hacia el puerto de La Hiruela y hacia el de La Quesera, pero he desistido y he puesto ruedas hacia Montejo de la Sierra. Lo que no iba a hacer, de ninguna manera, es meterme hacia esos pagos que superan los mil setecientos metros lloviendo y con cuatro grados mal contados. No. Por eso he decidido tocar el techo de la ruta de hoy con la cabeza y empezar a bajar la escalera hasta La Cabrera, desayunar alguna cosa y volver a casa, que es lo más importante. Y así ha sido, porque en casa me he encontrado con la gente que me quiere.

La Marifácil me está gustando sonar. Sí, ya sé que no es como la Cabezota que era todo comparsa, que era todo asinfonía, que era todo sorpresivo. La BMW tiene el ruido que le des. Hoy, que he ido muy despacio -que he ido tranquileando- por lugares vacíos de nadie salvo de cabras y vacas, con paredes de piedra escoltándome, hoy, digo, me he quedado con el sonido poderoso de acelerar desde muy abajo poniendo la atención en lo que dejo detrás y no en lo que me espera delante. Hoy me he quedado con ese sonido pero también me he quedado con la frase del tipo de la Tracer: -No, por este lado se está bien.